Orjot Tzadikim (Las sendas de los justos)

 

 

Solamente dos veces en la Torá hallamos la destrucción de una población entera; la generación del Diluvio y los habitantes de Sodoma y Gomorra. ¿Acaso en ellos no hubo la esperanza que siquiera uno de ellos hubiera retornado en Teshubá? Es sabido que donde existe posibilidad de cambio, el Creador tiene paciencia y evita la destrucción: Pues Yo no deseo la muerte de un pecador, dice el Eterno, más bien que él se arrepienta de sus caminos y viva.[1] ¿Por qué se excluyó la posibilidad de corrección de estas dos poblaciones?

 

El Midrash declara que a pesar de que la generación del Diluvio era moralmente corrupta, su ruina fue sellada solamente a causa del robo que ordinariamente se conoce como “robo hormiga”, quiere decir, ellos practicaban un robo de una pequeña moneda, legalmente no podría ser considerada robo y podía ser fácilmente apelada ante la ley. El pueblo de Sodoma y Gomorra tuvo un comportamiento similar, alteraron y legalizaron las leyes en una forma que justificaba todo comportamiento ruin.

 

El común denominador que provocó que ambas poblaciones desaparecieran del planeta era que ellos se convencieron a sí mismos que sus acciones no eran malas, unos evadieron la ley y los otros la alteraron, y ésta fue su perdición, pues no hay peor engaño que la persona que se miente a sí misma, y cuando uno se justifica y queda tranquilo después que viola la ley, no va tener nunca la posibilidad de enmendar su errado proceder…

 

 

 

El onceavo portón: el arrepentimiento

Shá'ar Hajaratá, continuación...

 

 

 Quién realiza una buena acción y luego se arrepiente de haberlo hecho, es considerado algo sumamente negativo, por lo que es necesario cuidarse de nunca retractarse de una buena acción para no perder la recompensa que ella le genera,[2] Si alguien le entregó unas monedas al necesitado y posteriormente el menesteroso lo hace enfadar, debe tener mucho cuidado en no arrepentirse de la caridad que le entregó, ya que cuando la dio, lo hizo para cumplir un precepto y tiene un pago reservado por dicha acción.

 

Hay un atributo que es sumamente despreciado entre la gente; cuando el hombre se arrepiente y no cumple con las decisiones que se dispone. Hoy dice que va a realizar cierta acción y al otro día lo lamenta, se retracta y no cumple con lo que se propuso, esta actitud es muy negativa. Y así como es bueno lamentarse y arrepentirse por las transgresiones cometidas, es bueno sostener las decisiones adoptadas y no cambiar constantemente el accionar, pues la inestabilidad es un rasgo muy indigno.

 

            En este sentido, la conducta ideal es que el hombre analice y elija cual de las buenas costumbres y atributos adoptará para beneficiar a su alma. También debe pensar si podrá realizar todo cuanto se disponga a hacer, para entonces tomar una determinación. Pero que no salte de una costumbre o decisión a otra, pues esto es muy mal visto entre las personas y aunque cuando cambie lo haga de una cualidad buena a otra que también sea buena, pues demuestra que no posee fundamento en su conducta, y por consiguiente nadie deseará depositar su confianza en él.

 

Haciendo una introspección

 

  Un próspero comerciante americano cerraba millonarios contratos con grandes empresas. No era completamente observante, pero de vez en cuando cumplía una que otra Mitzvá. El destino lo llevó a cambiar de país de residencia y se mudó junto con su familia a México.

 

En uno de sus negocios conoció a otro Yehudí, el cual tenía una empresa con cientos empleados. Cuando vio que se trataba de un negocio rentable, decidió asociarse con él y una vez establecidos los estatutos de la nueva sociedad, decidieron expandir el negocio y abrieron una sucursal en Los Ángeles, California.

 

Los socios viajaban constantemente allá en busca de nuevos clientes. Como era una empresa no establecida originalmente en los Estados Unidos, los comerciantes americanos exigían enormes garantías antes de cerrar cualquier negocio; averiguaban localmente y también en el país de origen la honorabilidad de los socios. En una entrevista con uno de los prospectos, éste aceptó rápidamente firmar el contrato sin solicitarles prácticamente garantía alguna. y algo todavía más extraño fue que depositó en la cuenta de ellos la suma de cien mil dólares solicitando a cambio un simple recibo. Los Yehudim no lograban entender por qué les mostraba tanta confianza. “¡Que extraño!”, se decían entre ellos, después de tantas entrevistas donde la mayoría de los interesados nos exigieron garantías, citas con los abogados, y no firmaron ningún documento antes de cerciorarse de haber cotejado toda la información, y con este cliente la negociación había sido tan fácil... Temieron que pudiera haber alguna trampa. Al final, decidieron arriesgarse y cerraron el trato.

 

  Pasaron meses y ese comerciante no judío viajó a México para revisar si realmente se cumplían las condiciones del contrato. Después que terminaron los protocolos de la revisión, uno de los Yehudim se animó a preguntarle ¿por qué les había tenido tanta confianza? La respuesta del hombre fue contundente: “La gorrita que uno de ustedes tiene puesta en la cabeza me hizo firmar el contrato con toda confianza. Te diré que no es la primera vez que hago un negocio con un judío religioso. En Brasil me sucedió lo mismo con alguien como ustedes y aquel hombre que tenía gorrita en su cabeza mostró ser una persona excelente, honesta y correcta, siempre cumple lo que sale de su boca. Me imaginé que con ustedes sería lo mismo y por este motivo me anime a cerrar el negocio sin tantas averiguaciones”. Aquel socio que hasta ese momento no era tan observante de las Mitzvot, decidió en ese momento empezar también a estudiar más Torá para así poder acercarse más al Creador. Así sucedió y hoy ambos tienen una familia llena de Torá y Mizvot.[3]©Musarito semanal

 

 

“La responsabilidad es la sabiduría que da la experiencia para poder cumplir con las obligaciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Yejezkel 18:32

 

[2] Kidushín 40b.

 

[3] Adaptado del libro “Orot Hajumash”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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