¿Quién mantiene a quién?

 

"Alégrate Zebulún, en tu salida, e Isajar en tus tiendas". 33:18

 

 

Nos encontramos en la última Perashá de la Torá. Moshé Está por morir; antes de partir, otorga su bendición a cada una de las Tribus basándose en la habilidad que cada uno poseía. Cuando llega el turno de Zebulún le dice: En costa de mares habitará; él estará en puerto de navíos.[1] Él salía en barcos a comerciar, además poseía en sus tierras arena fina que se utilizaba para fabricar cristal blanco, también pescaba una especie de molusco llamado jilazón, de donde se extraía el Tejelet que era la tintura para colorear los hilos del Tzitzit. A Isajar lo bendijo en sus moradas: Sus descendientes poseían el don del conocimiento, entre ellos hubo doscientos presidentes del Sanhedrín, cuyos dictámenes fueron aceptados por toda la nación.[2] A diferencia de las demás tribus, Moshé los bendijo juntos debido a que las dos tribus establecieron una sociedad; cada uno se dedicaba a su respectivo campo y compartían las utilidades con su socio.[3]

 

Por regla general, la Torá menciona primero al mayor. Sin embargo, Moshé antepuso a Zebulún. ¿Cuál es el motivo? Isajar había nacido primero, además, el hecho que se dedicaba enteramente al estudio de la Torá demostraba su superioridad espiritual e intelectual, sin embargo encontramos que Zebulún es mencionado en primer orden. Explican los Jajamim, que de no haber sido por el hecho de compartir sus ganancias con Isajar, no hubiera podido dedicarse a estudiar Torá, por lo tanto su proceder fue mejor valuado que lo de su hermano mayor: es más grande el que hace que otro cumpla una Mitzvá que quien él mismo la cumple.[4]

 

Alégrate, Zebulún en tu salida, Rashí explica que Moshé estaba augurando que se convertiría en un próspero comerciante.[5] Si esa era su intención ¿por qué le dijo tendrás éxito en tus salidas, cuando tenía que haber dicho en tus empresas? ¿Por qué utilizó éste término? Dijo el Gaón de Vilna: La mayor dicha que puede experimentar un ser humano, es cuando logra comprender un concepto en un nivel superior al que tenía antes. Moshé estaba aludiendo al momento en que ambos hermanos abandonaran el mundo y se presentarán ante el Tribunal Celestial, Isajar estará muy contento por el tratamiento que recibirá en consideración a la dedicación al estudio de Torá y por el cumplimiento de las Mitzvot, Zebulún estará muy preocupado por haber “desperdiciado” su valioso tiempo en el mundo terrenal, estaba tan ocupado en sus operaciones comerciales que tenía poco tiempo para dedicarlo al estudio y esto lo mortificaba. Moshé utilizó el término: tus salidas, para indicarle: “No te preocupes, en el momento en el que dejes este mundo y entres al mundo eterno, te regocijarás no sólo por la recompensa que recibirás porque otorgaste a tu hermano la tranquilidad de sentarse a estudiar sin las presiones mundanas, sino también obtendrás la recompensa de saber y entender el estudio de la Torá que fomentaste.[6] Encontramos una alusión a esto en el Talmud,[7] donde menciona a Shimón el hermano de Azariyá; cuando el Talmud hace mención de alguien lo hace nombrando al sujeto seguido del nombre del padre. En este caso lo señala junto al nombre de su hermano, considerándolo como si fuera su padre, el motivo es el mismo que citamos anteriormente, ellos establecieron una sociedad en la que Azariyá sufragaba los gastos de Shimón para que pudiera dedicarse enteramente al estudio de Torá y en correspondencia compartía el mérito de su estudio con él y la prueba es que cada que aparece una enseñanza en el Talmud es mencionada en nombre de los dos…

 

El “Pardes Yosef”, nos muestra el aprendizaje del versículo desde otra perspectiva: Una las bendiciones que pronunciamos después ciertas comidas o bebidas es: Boré Nefashot Rabot... VeJesronan; Que crea vidas cuantiosas… faltantes. Primero agradecemos por la vida y luego mencionamos que existen faltantes sobre lo creado. ¿Qué significa esto? Explica el Rab Yosef Pazanavski, autor del libro, que hay personas a las que les falta Torá, y hay otras personas a las que les falta dinero. ¿Por qué Hashem hizo algo así? Porque Cada uno de los integrantes del pueblo de Israel es garante uno del otro.[8] Unos tienen capacidad y mentalidad para estudiar (Isajar), otros para el comercio (Zebulún), cada uno depende del otro y entre los dos se complementan.

 

Rab Shelomó Leveinstein sufría de una inflamación de los pies, una vez cada dos meses la hinchazón provocaba fiebre, esto lo obligaba a estar postrado en la cama por varios días, la incapacidad para hacer sus actividades cotidianas, y los tratamientos aumentaban el sufrimiento del Rab. Faltando pocos días para la festividad de Purim, los dolores estaban fuertes y la temperatura comenzaba a subir, la obligación de ir a hacer Tefilá venció al dolor y rengueando se fue al Bet Hakneset. Delante de él estaba sentado el Rab Kovalevsky, el Rosh Yeshivá de Adrat Mélej, en ese momento se le ocurrió a Rab Shlomó aprovechar la oportunidad y se dirigió al Rab Kovalevsky y le entregó una cantidad de dinero que traía con él y le dijo: “Esta cantidad es para que el día de estudio de tu Yeshivá sea para que Hashem me otorgue curación completa”. Ese mismo día los dolores cesaron. Al día siguiente vio que la Tzedaká funcionó, se dirigió de nuevo al Rab y le ofreció una cantidad mensual que funcionaría como su “seguro médico”, ¡y así fue, a partir de entonces las dolencias desaparecieron! Después de dos años, los pies del Rab comienzan a inflamarse y Rab Shlomó se dirige a la Yeshivat Adrat Mélej a preguntar si los donativos estaban llegando a tiempo. El tesorero revisa la cuenta bancaria y encuentra que ese mes el banco había suspendido la transferencia de los fondos, que se hacía en forma automática, debido a un error en el sistema…[9]

 

El Jafetz Jaim contó la siguiente parábola: Un poderoso príncipe estaba viajando en un lujoso barco. Un día decidió inspeccionar la sala de máquinas. Bajó hasta allí y se sorprendió al observar que todos los que trabajaban allí estaban negros de pies a cabeza con grasa y hollín. Entonces él dijo que no era apropiado que semejante barco lujoso, con muebles tan finos tuviera una sección con paredes tan negras, y también estaba asombrado de que la tripulación que trabajaba allí no estaba presentable. Él ordenó que esa habitación se cerrara y que toda esa tripulación vistiera ropas blancas, así como vestían las azafatas que trabajaban con los pasajeros. Por supuesto, después de que las órdenes fueron puestas en práctica, el barco quedó inmovilizado en medio del mar, puesto que no podía navegar y había quedado a la suerte de las corrientes oceánicas.

 

  Una situación similar prevalece con aquellos que dedican su vida al estudio de la Torá. Ellos pueden vestir ropas humildes, vivir con pobreza y carecer de muchos lujos que otros tienen. Sin embargo, nuestros Sabios dicen que si se dejaría de estudiar, incluso por un segundo, el mundo dejaría de existir.

 

Es por eso que quienes estudian Torá (Isajar) son similares a aquellos en la sala de máquinas: son absolutamente necesarios para la sobrevivencia del barco, puesto que el mundo existe por el mérito de estas personas. Y es por esto que todos los que dedican su vida a la actividad comercial (Zebulún) tienen la obligación de sustentar el estudio de los Talmidé Jajamim para que de esta forma, la Torá se mantenga viva dentro del todo Am Israel.©Musarito semanal

 

“La Torá es  un árbol de vida para quienes se aferran a ella y bienaventurados son quienes la apoyan.[10]

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Bereshit 49:13

 

[2] Midrash, Dibre HaYamim I, 12:32, ver Rashí

 

[3] Pardes Yosef

 

[4] Ver Bereshit Rabá 72:5; véase también al Mizrají en Bereshit 49:13

 

[5] Rashí

 

[6] Rab Aharón Kotler

 

[7] Rashí en Zebajim 2a; ver también Sotá 21a

 

[8] Shebuot 39a

 

[9] Umatok Hahor, sobre Meguilat Ester

 

[10] Mishlé 3:18

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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