El cantar de los cantares

2.9 Domé Dodí Liztbí O Le'ófer Haayalím; Híne-Zé 'Oméd Ajár Cotlénu Mashguíaj Min-Hajalonót, Metzitz Min-Hajaraquím.

 

“Parece mi Amado una gacela, o un cervatillo. He aquí Él está parado detrás de nuestra muralla; vigila por las ventanas, atisba por las celosías”.

 

 

En Breve:

 

La congregación de Israel continúa expresando la rapidez con la que el Creador se acerca a ella, comparándolo a un veloz antílope; Su proximidad es tal, que siente que la observa por las ventanas y se asoma por las celosías.[1]

 

 

Profundizando:

 

¡La voz de mi amado! He aquí que viene… distingue el retumbo de Sus pasos. Así manifiesta la congregación de Israel la proximidad de la Redención.[2] La existencia del pueblo judío a través de la historia se justifica gracias a todos aquellos que escucharon, tuvieron esperanza y dijeron: He aquí que viene. Inversamente, los desconfiados en Egipto dudaron y sus cuerpos quedaron allí.[3] Los escépticos que sufrieron los pogroms, los inquisidores y todas las persecuciones pensaron que el 'Am Israel no sobreviviría… Por el contrario, nuestra existencia manifiesta que la visión de aquellos que confiaron en que Israel es Jay VeKayam (un pueblo viviente y eterno) ¡fue acertada! La gloria sólo corona a los obstinados y apegados a la fe. Y ahora, corresponde a nosotros el saber escuchar y reconocer ¡La voz de nuestro amado! He aquí que viene a redimirnos, tal como lo hizo cuando éramos esclavos del Faraón en Egipto.

 

Así instruía Rabbí Yehudá a sus discípulos: A pesar de que las acciones de los hijos de Israel no fueran propicias para merecer la Redención, Él igualmente la hará llegar. ¿Cómo? Él salta sobre las montañas, o sea salvará todos los obstáculos que se interpongan a Su llegada para rescatar a Su amado pueblo, gracias al mérito de los fundadores de Israel: Abraham, Yitzjak y Ya'acob, quienes fueron comparados metafóricamente en este versículo con los grandes montes. Asimismo, cuenta el mérito de nuestras grandes matriarcas, Sará, Rivká, Rajel y Leá, quienes están aludidas aquí como las colinas.[4]

 

 

Enseñanza ética:

 

Esta idea la encontramos en la redención de Egipto, la cual se gestó rápida e inesperadamente,[5] prediciendo la forma en la que llegará la redención futura. El Todopoderoso nos mira con Sus Ojos misericordiosos y está dispuesto a restaurar Su Shejiná (Presencia) en el mundo.[6] Él desea más que nadie acelerar el fin del exilio y el retorno de Su amado pueblo, tal como lo hizo en Egipto. Si es así ¿Por qué no ha llegado? Si atendemos al hecho que no llegó en la época de las generaciones anteriores, las cuales  poseían un nivel espiritual y moral mucho más elevado que el nuestro, ¿Qué esperanza podremos guardar nosotros? Este pensamiento no debe desanimarnos, ya que el Creador planeó un tiempo para cada exilio: Abraham Abinu fue advertido que sus hijos serían esclavizados por cuatrocientos años en una tierra ajena y así se cumplió.[7] En la época de Daniel, le fue anunciado en una visión que el exilio en Babel duraría setenta años y también fue así.[8] Sin embargo, con respecto a la diáspora, en la que nos encontramos ahora, dice el profeta: Porque muchos días habitarán los hijos de Israel, sin rey, sin ministro, sin sacrificio, sin altar, sin Efod y sin los Urim Vetumim.[9] Observemos que el versículo no cita una fecha determinada, solamente menciona muchos días, explica el Jafetz Jayim que el hecho que no se determinó una fecha, indica que la Torá nos está avisando que existe un tiempo para la redención, pero también da a entender que existe la manera de acelerar este proceso y así apresurar su llegada y no como en los casos anteriores que los exilios habían sido profetizados señalando una fecha determinada.

 

Antes de la primera Guerra Mundial un comerciante se acercó con el Jafetz Jayim, se quejaba de que su negocio no andaba bien, él vendía granos de trigo y cebada. El Gaón le respondió: “No comprendo tu queja, cada vez que paso por el mercado veo que hay abundancia de alimentos, observo a los comerciantes despachar muchos productos a sus clientes, etcétera…”. Entonces el comerciante le dijo: “Precisamente, ese es el problema, hay tanta cosecha que los compradores eligen solamente lo más selecto y quieren pagar muy poco por ello, además demoran meses en liquidar sus cuentas, me quedo con mucho producto y al final tengo que abaratarlo y allí es donde merman mis utilidades…”. Pasó un tiempo, la Primera Guerra Mundial se desató y cuando terminó, el Jafetz Jayim se encuentra nuevamente con el comerciante y le pregunta: “¿Cómo va tu negocio ahora?”. El hombre le responde: “¡Mejor que nunca! No hay mucha oferta de productos, ahora los clientes se forman desesperados para comprar mis productos y también me doy el lujo de elegir qué producto y a quién se lo vendo, ni siquiera revisan la calidad de lo que están adquiriendo y me pagan de contado. Con una sola carreta de trigo, gano ahora lo que antes de la guerra no hacía ni en un mes de trabajo…”.

 

Así explicó el Jafetz Jayim: Cuando existe mucha oferta de algún producto, el comprador es muy exigente, pero cuando el mismo escasea, los precios suben y los clientes ni siquiera examinan lo que compran. En el tiempo de los Tanaim, los Amoraím, los Gueoním, los Rishonim, aunque el comportamiento, la honestidad y la disciplina con la que practicaban las Mitzvot era impecable y su Torá era resplandeciente, el Mashíaj no llegó. El Creador en ese momento de abundancia observaba, o sea, revisaba cada acto minuciosamente desde la ventana y solamente lo más selecto era aceptable. Sin embargo, comparando a aquellas virtuosas generaciones con nuestra época, en la que escasean tanto los valores morales y espirituales, la dedicación al estudio de la Torá y la forma en la que cumplimos las Mitzvot, nuestros actos parecerían ínfimos. Sin embargo, dentro de la situación en la que nos encontramos, cualquier acto, por más pequeño que sea, es atisbado por las celosías, es decir, “no es revisado” tan cuidadosamente en los Cielos y se considera muy valioso y apreciado ante del Creador. Por esta razón es que no debemos desanimarnos ni desesperar al pensar que, por cuanto la Redención no llegó en las generaciones anteriores ¡Qué expectativa podríamos tener nosotros!

 

Hoy es más factible que llegue, pues los que nos precedieron ya allanaron el camino. Además, Él está parado tras el muro, quiere decir, tenemos que derribar la pared que bloquea nuestra vista y nos impide apreciar todas las oportunidades que recibimos a diario para lograr este cometido. La herramienta más eficaz para demoler aquella pared es la corrección de nuestras cualidades; no es una misión fácil, hay que avanzar por un largo camino, duro y lleno de escollos… Esto no debe desanimarnos, Él está más cerca de lo que imaginamos. Él se encuentra tras el muro y Él también desea que lo derribemos, sólo necesita que demos el primer paso, que comencemos a actuar y Él se encargará del resto. ©Musarito semanal

 

 

 

“Aquellos que siembran con lágrimas, cosecharán con alegría”.[10]

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Metzudat David.

 

[2] Metzudat David.

 

[3] Ver Ra”shí en Shemot 13:18

 

[4] Ver Rosh Hashaná 11a; Ver también el Targum y Shemot Rabbá 15.

 

[5] Ver Shemot 11:11, 12:33-34, 12:39

 

[6] Metzudot David

 

[7] וַיֹּאמֶר לְאַבְרָם יָדֹעַ תֵּדַע כִּי־גֵר ׀ יִהְיֶה זַרְעֲךָ בְּאֶרֶץ לֹא לָהֶם וַעֲבָדוּם וְעִנּוּ אֹתָם אַרְבַּע מֵאוֹת שָׁנָה Entonces dijo a Abram: Ciertamente sabrás que tu descendencia será extranjera en tierra ajena, y los esclavizarán y afligirán [durante] cuatrocientos años; Bereshit 15:13.

 

[8] Ver Daniel 9:2

 

[9] כִּי ׀ יָמִים רַבִּים יֵשְׁבוּ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל אֵין מֶלֶךְ וְאֵין שָׂר וְאֵין זֶבַח וְאֵין מַצֵּבָה וְאֵין אֵפוֹד וּתְרָפִים Porque muchos días habitarán los hijos de Israel, sin rey , sin rey, sin jefe, sin Sacrificio, sin Altar, sin Efod y sin los Urim Utumim; Hoshéa 3:4

 

[10] הַזֹּרְעִים בְּדִמְעָה בְּרִנָּה יִקְצֹרוּ Aquellos que siembran con lágrimas, cosecharán con alegría. Tehilim 126:5-6

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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