Perek 4, Mishná 16

 

 

Rabí Yaacob dice: Este mundo es como un vestíbulo en relación con el Mundo Venidero; prepárate en el vestíbulo para que entres al salón real.

 

Rabí Yaacob fue un Taná radicado en Éretz Israel, fue uno de los maestros de Rébi. Es conocido como Rabí Yaacob Ben Kurshai.[1] Fue uno de los Sabios más destacados en la academia dirigida por Rabán Shimón Ben Gamliel II,[2] También fue miembro del Sanedrín en Usha.[3] Fue alumno de Rabí Meir,[4] Nieto de Elishá Ben Abuyá, mejor conocido como Ajer.[5]

 

Los colegas de Rabí Yaacob fueron: Rabí Natán, Rabí Yehudá, Rabí Shimón y Rabí Yosé Ben Yehudá. Mostró su carácter ejemplar, así como su delicadeza y tacto, mientras estudiaba en la academia de Rabán Shimón Ben Gamliel, quien ejercía como Nasí del Sanhedrín.

 

Relata el Talmud: “Los Sabios enseñaron en una Baraitá: Cuando ingresa a un recinto el Nasí del Sanedrín, todo el pueblo se pone de pie y no se sientan hasta que él les dice: “pueden sentarse”. Cuando entra el Ab Bet Din (Magistrado), los asistentes forman dos filas, una de cada lado en señal de respeto, hasta que se sienta en su lugar, y entonces los demás podrán sentarse. Cuando entra el (Jajam) Sabio, que ocupa el tercer lugar entre los miembros del Sanedrín, toda persona que se encuentre a cuatro codos de distancia del Sabio deberá ponerse de pie, y podrán sentarse una vez que el Sabio se haya apartado de esta distancia.

 

Cuando Rabán Shimón Ben Gamliel (Nasí) ingresaba a la academia, todos se levantaban ante él. Cuando Rabí Natán (Magistrado) y Rabí Meir (Jajam) entraban al recinto, también la congregación se levantaba ante ellos. Rabán Shimón sintió que, debido a la inestable situación política y religiosa, era vital que los estudiantes comprendieran la jerarquía dentro de la estructura de los líderes: “¿Acaso no debería haber una distinción notoria entre ellos y yo?”, pensó. Entonces, instituyó las disposiciones delineadas en la Baraitá que mencionamos en el párrafo anterior, mismas que distinguen entre el Nasí y sus subordinados con respecto al respeto que deben mostrar los alumnos hacia ellos.

 

Aquel día, cuando Rabán Shimón Ben Gamliel instituyó estas disposiciones, Rabí Natán y Rabí Meir no estaban en la academia. Al día siguiente, cuando llegaron a la sala de estudio, vieron que la gente no se paró frente a ellos como normalmente lo hacían. Preguntaron a los demás: “¿Hubo algún cambio?”. La gente les dijo: “Esto es lo que instituyó Rabán Shimón Ben Gamliel. Rabí Meir le dijo a Rabí Natán: Yo soy el Jajam y tú eres el magistrado. Busquemos alguna estrategia para mostrarle a Rabán Shimón Ben Gamliel que su posición como Nasí no siempre corresponde al más alto nivel de erudición, y que por lo tanto, las mociones académicas deberían recibir el mismo respeto que las políticas. “¿Qué tienes en mente? Mañana le pediremos que diserte sobre el tratado de Okatzín,[6] pues sé que él no lo domina a la perfección. Y una vez que quede claro para todos que no la tiene clara en su mente, no tendrá nada que decir. Entonces le diremos: “¿Quién podrá contar los poderosos actos del Señor y relatar toda Su alabanza?”,[7] indicando: ¿A quién conviene expresar los poderosos actos del Señor? Conviene a quien es capaz de hacer oír “todas” Sus alabanzas, y no a quien no conoce uno de los tratados. Lo destituiremos de su cargo de Nasí, y yo seré el Magistrado y tú ocuparás su puesto”.

 

El protagonista de la Mishná que estamos analizando los escuchó hablar y se dijo: Tal vez, el Creador no lo permita, este asunto llegará a una situación de humillación para Rabán Shimon Ben Gamliel. Él imaginó, por un lado, la humillación pública que esto traería al Nasí. Por otro lado, sentía cierto compromiso de lealtad hacia sus compañeros. ¿Cómo resolver la situación sin afectar a ninguna de las partes? Entonces se le ocurrió una solución. Fue y se sentó cerca de la ventana de la casa de Rabán Shimón Ben Gamliel y comenzó a repasar el tratado de Okatzín; lo estudió en voz alta y lo repitió una y otra vez. Rabán Shimón Ben Gamliel escuchó la dulce voz y se dijo a sí mismo: “Quizás, algo raro está sucediendo en la sala de estudio. Sospechó que Rabí Meir y Rabí Natán estaban planeando algo”. Se concentró y estudió el tratado de Okatzín. Al día siguiente, Rabí Meir y Rabí Natán siguieron con su plan y solicitaron al Nasí que diera la lección. Subió al estrado y expuso la disertación que había preparado la noche anterior. Después de terminar, fue hacia ellos y les dijo: “Si no hubiera estudiado el tratado, me habrían humillado”.

 

Rabán Shimón Ben Gamliel ordenó a los presentes y expulsaron a Rabí Meir y Rabí Natán de la sala de estudio como castigo. Rabí Meir y Rabí Natán escribían preguntas en un trozo de papel [Pitka] y las arrojaban a la sala de estudio. Los alumnos resolvieron algunas de las preguntas, pero había varias que no encontraban respuesta, entonces Rabí Meir y Rabí Natán escribían las resoluciones en otro trozo de papel y las arrojaban a la sala de estudio. Rabí Yosé dijo a los Sabios: ¿Cómo es que la Torá, encarnada en los eruditos preeminentes de la Torá, está afuera y nosotros adentro? Rabán Shimón Ben Gamliel les dijo: Dejémosles entrar a la sala de estudio. Pero los penalizaremos al no citar la Halajá (el dictamen) en sus nombres. Las declaraciones de Rabí Meir se citaron en nombre de Ajerím, es decir: “Otros”, y las declaraciones de Rabí Natán se citaron en nombre de “Yesh Omerim”, es decir: Algunos dicen”.

 

Primero, cabe aclarar de que ni Rabí Meir ni Rabí Natán, buscaban honor para ellos mismos, ellos pensaron que con el cambio propuesto por el Nasí, podría hacer perder el respeto por la Torá y por los dictámenes del Sanhedrín, y esto es lo que ellos pretendían reestablecer.

 

Por otro lado, vemos la sensibilidad y la inteligencia del autor de nuestra Mishná para cuidar el honor de Rabán Shimón Ben Gamliel. Quien derrama sangre de un hombre, por el hombre su sangre será derramada.[8] En este versículo encuentra Rabí Israel HaCohén, el Jafetz Jaim, una referencia a las palabras de nuestros Sabios: Todo el que avergüenza a su compañero en público, es como si hubiese derramado su sangre.[9] La analogía es la siguiente: Quien derrama sangre (aludiendo al que avergüenza a su compañero) por el hombre, es decir, en público y ante otras personas, su sangre será derramada, quiere decir, su falta es equiparable a aquel que ha asesinado. Ya que es mejor arrojarse a un horno encendido, y no avergonzar a alguien en público.[10]

 

Rabí Jaim Ozer una vez iba por la calle con sus alumnos y un hombre les preguntó por una dirección, en principio Rabbí Jaim le trató de explicar cómo llegar, pero luego de un momento comenzó a acompañarlo hasta llevarlo al destino deseado, recorrido que les tomó más de un cuarto de hora. Después de haberlo dejado en el lugar, los alumnos sorprendidos le preguntaron: “¿Por qué obró así, acaso no era suficiente la explicación?”, Él les respondió: “¿acaso no notaron que el pobre hombre era tartamudo?, seguro que cada vez que deba consultar por la calle algo, se sentirá muy mal; por eso decidí acompañarlo, para evitarle ese momento de vergüenza”. © Musarito semanal.    by Elias E. Askenazi

 

 

“La vergüenza es el más grande de los dolores”.[11]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Yerushalmi Shabat 10:5, Pesajim 10:1; Kohelet Rabá 4:6.

 

[2] Horayot 13b.

 

[3] Rosh Hashaná 31b.

 

[4] Yebamot 102a, Guitín 14b, Babá Metziá 78b.

 

[5] Kidushin 39b, julín 142a.

 

[6] Mishná que trata sobre temas de impureza ritual.

 

[7] Tehilim 106:2

 

[8] Bereshit 9:6.

 

[9] Babá Metziá 58b.

 

[10] Berajot 43b.

 

[11] Shabat 50b.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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